5 aspectos que debes tener en cuenta para entender lo que estás viviendo

Consideramos que una de las facetas más comunes del ser humano es la confusión. Generalmente, cuando no entendemos algo y debemos enfrentarlo, nos confundimos con facilidad. Es completamente normal y no debes sentirte mal si algo que los demás entienden con facilidad, a ti personalmente te confunde. Pero ¿Qué tiene que ver el título de este artículo con la confusión? Te lo contamos enseguida.

 

La vida constantemente presenta desafíos nuevos que debemos enfrentar si queremos seguir evolucionando nuestra forma de pensar, de creer y de amar. A medida que los años pasan, ganamos la capacidad de entender situaciones por medio de nuestras experiencias antiguas; pero sin embargo, muchas veces sin importar la experiencia que tengamos, nos encontramos en situaciones profundamente complejas que no logramos entender por más que lo intentemos. Hoy, en este texto, deseamos regalarte 5 claves generales que pueden ayudarte a resolver cualquier problema, sólo si eres capaz de macromizar la situación en la que te encuentras.

Compararte atrae malestar

Uno de los actos más comunes en nuestra sociedad es mirar a los demás desde la carencia. Cuando nos comparamos con los demás, nos colocamos en una tela de juicio muy peligrosa para nuestra integridad emocional; ya que generalmente vemos en los demás todo tipo de aspectos que no vemos en nosotros mismos (incluso con aspectos similares o directamente iguales).

 

 Compararse a uno mismo con el entorno es un acto natural de supervivencia en general; pero hoy en día, con todos los problemas emocionales y falta de entendimiento del comportamiento humano, termina siendo un acto que sólo trae problemas, envidias y todo tipo de conflictos internos y externos. Es por eso que si no tienes la capacidad de discernir bien entre la admiración y la envidia, lo mejor es que intentes no compararte con nadie más que contigo mismo. 

Como es adentro es afuera

Con el paso de los años, y poniendo a prueba todo tipo de práctica espiritual siempre llegaremos a la conclusión (bien sea por experiencia empírica o teórica), de que el mundo material que nos rodea es un reflejo de nuestro mundo interior. Esto puedes verlo en cualquier momento con pequeños ejemplos. Cuando por ejemplo te mantienes en un estado mental desorganizado, violentamente fluctuante y sin equilibrio; puedes notar que el entorno en el que convives termina comportándose de la misma manera y manifiesta el mismo desorden mental que posees. 

 

Lo ideal con este consejo es que entiendas que para cambiar tus oportunidades, tus problemas y todo aquello que percibimos del exterior, primero hay que actuar en el interior para desencadenar el efecto dominó que llevará a resolver los aspectos desequilibrados de nuestro exterior.

No confíes en el bien absoluto

 

¿Te ha pasado alguna vez que conoces a alguien que parece demasiado bueno? Huye. Por supuesto, hay que aclarar que en el mundo hay mayormente personas que tienen buenas intenciones; pero las personas que poseen una estabilidad emocional y un excelente equilibrio en sus acciones con respecto a sus palabras necesariamente tuvieron que haberlo aprendido en el pasado; no es común nacer con estas cualidades. Así que todas aquellas personas que actúan positivamente, en algún punto de su vida tuvieron que atravesar mucha oscuridad. Así que cuando estés conociendo a alguien y no veas aspectos negativos, ten mucha precaución.

Destruye para construir

No, no tienes que matar a nadie ni hacer daño a nada. Destruir para construir, disuelve para coagular (Solve et Coagula) es una práctica y filosofía que te ayuda a entender que el mundo que nos rodea se moldea en base a lo que ya existe y a lo que deseamos crear. En diferentes culturas y líneas filosóficas teístas se entiende que para poder crear algo, antes debes destruir lo que ocupa su espacio. Esto puedes extrapolarlo a cualquier situación de la vida; por ejemplo, para dejar de ser perezoso, debes destruir (figurativamente) a esa persona que eres, sus hábitos y sus creencias; de esa manera le dejas el paso a la versión que deseas crear de ti.

No te interpongas en el camino de los demás

Una de las cosas que no se suele entender hasta tener una avanzada edad es el hecho de no interponerse en la vida de los demás. El ser humano puede ser muy caprichoso en el momento de encontrarse con oposiciones en su propia vida. Esto se acentúa mucho más a temprana edad, cuando somos tercos y pensamos que podemos comernos al mundo de un mordisco. Muchas veces intentamos imponer nuestro propio criterio, creencias y gestión en la vida de los demás.

 

Esto sólo trae problemas, no sólo para la persona que se afianza en nuestras enseñanzas, sino también para ti mismo al momento de que tu intervención sea rechazada por una mente más fuerte que la tuya. Vive tranquilo y deja vivir; aunque esa persona te parezca mala, todos tenemos nuestros procesos y cada uno de ellos es diferente.

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