Empezar nuestro camino espiritual

El camino espiritual es un viaje que se emprende para encontrar respuestas a
tantas preguntas para las que no hayamos respuesta en nuestro día a día.

Este viaje rompe todos los esquemas que tenemos ya que no es hacia fuera,
sino hacia dentro. Esas preguntas no se les hace a otras personas que nos
vayamos encontrando por el camino, son preguntas que deberemos hacernos a
nosotros mismos, ya que la respuesta siempre está dentro, no fuera.

Cada uno podemos tener una interpretación diferente sobre lo que es la
espiritualidad, y las respuestas que recibimos en nuestro interior. Se le puede
dar distintas formas, colores e incluso sonidos, pero la vibración es la misma
para todos, y es ahí donde compartimos la verdad, en la vibración que
alcanzamos cuando las respuestas espirituales nos llegan.

Por todo esto no es necesario encerrarse en una religión, aunque es totalmente responsable, pero al
ser una búsqueda constante, la rigidez de las creencias que componen las diferentes
religiones podría evitarnos hayar nuevas respuestas a preguntas que sentimos
como necesarias responder. Aunque repito, todos somos libres elegir un camino
concreto que nos ayude en esta constante búsqueda.

Podemos leer a grandes gurús espirituales, acudir a misar religiosas,
recabar información en conversaciones con otras personas que también están en
esta búsqueda pero este es un viaje que se hace solo y con la introspección
como la llave a toda la sabiduría buscada. El sentido de la vida, nuestro papel
en este plano, nuestra relación con el Universo, y una infinidad de pregunta
serán las llenen nuestras meditaciones.

Los beneficios de emprender el camino espiritual son infinitos y provocarán
un cambio radical en nuestras vidas, haciendo que nuestra percepción sobre el
mundo, el Universo, las demás personas, la relación con nuestro propio cuerpo,
la paz mental, conectar con nuestro interior, perdonar a los demás, replantearnos
nuestros trabajos, y otras tantas bendiciones, serán la recompensa a la
valentía de emprender este maravilloso camino.

¿Cómo empezar el camino espiritual?

Desde la paz. Sin marcarnos un objetivo, desde la armonía que nos produce el escucharnos y darle voz a nuestros verdaderos sentimientos y necesidades.

Buscar momentos de intimidad en espacios tranquilos, lejos del ruido y de interrupciones que nos aleje de nuestra paz interior. Recordemos, que para escucharnos debemos tener cierto silencio del exterior, nuestro inconsciente quiere hablar y eso requiere atención plena.

Una buena manera de rodearnos de esa paz imprescindible, es acudir a la naturaleza para que nos acoja y nos ayude a conectar con el sitio de dónde venimos, y en el que nuestro espíritu esté realmente cómodo y nos pueda dar la información que necesitamos.

Antes hablábamos de la vibración, y la mejor manera de tener una vibración alta es estar rodeada de árboles, plantas o del mar, fuente de energía inagotable. Andar por la tierra nos hará sincronizarnos con la naturaleza y descargar esas vibraciones negativas acumuladas en nuestro día a día.

 

Gracias, gracias, gracias

Muchas veces nos pasamos el día renegando de todo lo negativo que hay en ella, reaccionando contra los ataques externos de otras personas, quejándonos a Dios o el Universo por no tener todo lo que deseamos, y esto hace que no nos demos de la infinidad de cosas buenas que tenemos en nuestras vidas.

La manera de darnos cuenta de lo bueno que tenemos en nuestra existencia, y de hacer que el Universo nos siga enviando más cosas buenas como las que tenemos, e incluso mejores, es agradeciendo todo lo que vayamos descubriendo como positivo. Realmente tenemos mucho que agradecer, solo hay que parar y reflexionar para darnos cuenta de que nos faltan horas para dar gracias por todo.

Si por las mañanas nos castiga un problema que queremos resolver, preocupaciones, remordimientos o cualquier otro sentimiento negativo, la mejor manera de despejar la mente y empezar a atraer cosas positivas a nuestra vida, es dar gracias sin parar por todo lo positivo que tenemos.