¿Qué es el Pan de la Vergüenza en la Cábala?

En el día a día, estamos muy acostumbrados a querer cubrir nuestras necesidades lo más fácilmente, luchamos mucho por conseguir lo que necesitamos y, también, para mejorar en la medida de lo posible para tener lo mejor para los nuestros y para nosotros mismos.
En esa lucha diaria, muchas veces deseamos conseguir lo que nos proponemos de la manera más fácil posible, pero esto, aunque no lo creamos, no tiene porqué venir acompañado de una gran satisfacción como sí la trae lo que hemos conseguido con nuestro esfuerzo, lo que sabemos de verdad que nos merecemos.
La espiritualidad siempre nos trata de aconsejar sobre cuál es el camino que mejor nos va a llevar al crecimiento de nuestra consciencia, y conseguir lo que nos proponemos de una forma proactiva es una de ellas.
Dentro del estudio de la ciencia espiritual como se conoce a la Cábala o Kabbalah, tenemos el concepto “el pan de la vergüenza”. Este concepto nos habla de esa insatisfacción permanente de los humanos cuando llega a sus vidas algo que no se merecen o por lo que no se han esforzado ni luchado por conseguir.
No estoy descubriendo nada cuando hablo de los seres humanos como unos eternos insatisfechos, que de hecho no es nada malo ya que ha sido algo que nos ha ayudado a seguir adelante para conseguir mejorar en todos los sentidos, al menos en la parte positiva de esa insatisfacción permanente.
Cuando llega algo que queríamos a nuestras vidas, es motivo de alegría, pero no es lo mismo que llegue de forma inmerecida que después de un esfuerzo. Seamos sinceros con nosotros mismos, no es lo mismo que nos regalen algo que merecernos tenerlo por haberlo luchado.
Cuando una persona tiene hijos, lo que quiere es poder darles todo lo que ellos quieren y mucho más, pero esto no es siempre positivo, ya que está anulando esa voluntad de lucha que tanto le hará falta en un futuro cuando la vida empieza a ponerle todo tipo de piedras en el camino.
Nuestra alma ha venido a este plano físico para mejorar, para avanzar y crecer, para que nuestra consciencia sea muy superior que al principio de nuestra experiencia física. Esforzarnos por conseguir lo que queremos nos proporcionará una satisfacción infinita, un orgullo de nosotros mismos por lo que hemos sido capaces de hacer y la tranquilidad de saber que estamos cumpliendo con nuestra misión en la vida.
La espiritualidad siempre nos hablará de mejorar como personas, de cumplir con nuestra misión en el plano físico, y eso está estrechamente ligado con un gran esfuerzo, que aunque nos traerá gran felicidad por alcanzar los logros, también irá de la mano de grandes sacrificios e incluso de momentos de dolor.
El Pan de la Vergüenza también es esa sensación de no compartir lo que tenemos cuando hemos recibido, de devolver lo que nos han dado, lo que nos crea un gran vacío en nuestro interior. La espiritualidad nos enseña a compartir, a ayudar, a devolverle al mundo y al Universo entero todo lo bueno que llega a nuestras vidas, y si no lo hacemos, la insatisfacción será profunda, recordándonos que no estamos cumpliendo con la misión de nuestro espíritu en este plano físico.
La Luz alcanza a los que se esfuerzan por conseguir lo que desean, y que tienen un fuerte compromiso en devolverle al Universo todo lo bueno que reciben en su vida.